Casi todos los medicamentos se pueden tomar durante la lactancia.
Por desgracia, en el folleto de muchos medicamentos dice, erróneamente, que están contraindicados, o usan expresiones que asustan (“No se ha demostrado su seguridad durante la lactancia”…). Muchas veces la madre desteta sin ninguna necesidad (y eso sí que es peligroso para el bebé), o deja de tomar el medicamento (lo que es peligroso para los dos).
No todos los médicos tienen buenos conocimientos sobre este tema, ni tienen a mano un buen libro de consulta. Si su médico le dice que no puede tomar ningún medicamento porque está dando el pecho, o que tiene que destetar, dígale: “Doctor, ¿por qué no me apunta en un papel qué medicamento tendría que tomar, y yo le consulto al pediatra si puedo tomarlo o no?”. A ser posible, que le apunte varias opciones, a ver cuál es la mejor durante la lactancia.
Además de consultar con su pediatra, puede encontrar información en varias páginas de internet:
Base de datos del Hospital Marina Alta de Dénia
Lactmed, monografías de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (en inglés))
Recuerde que usted siempre toma mucho más medicamento que el bebé. Lo que pasa a la leche no es más que una pequeñisima parte de lo que usted ha tomado. El peligro de efectos secundarios siempre es mayor para la madre que para el lactante.
Cualquier medicamento que se le pueda dar a un bebé sin peligro (paracetamol, ibuprofeno, amoxicilina…) se le puede dar también a la madre. Y la cantidad que pasa a la leche no es ni remotamente suficiente para tratar al bebé. Si ambos están enfermos, el lactante tiene que tomar su propio medicamento. Si un medicamento es tan peligroso que inclu